Han venido. Invaden la muerte. Huelen a plumas, a carencias, a llanto. Pero tú alimentas al miedo y a la soledad como a dos animales pequeños perdidos en el desierto. Han venido a incendiar la permanencia del sueño. Un adiós es tu vida. Pero tú te abrazas como la serpiente... Ver mas::“Mi corazón te recuerda en este día y

El estadounidense, que participó mucho tiempo como auxiliar técnico sanitario voluntario, es para muchos estudiosos de la poesía el creador y principal defensor del verso atrevido: sin métrica, sin obligaciones de rima, sin complicaciones de pudor.Le dan un palo que morder y cierra los Luceros; luego un breve afasia, «como cuando asp